Según Luichi, si el embalse está muy lleno y el río baja cargado, es mejor y por la ribera derecha pero se tarda mogollón y encima hay que pasar una ferrata. No hacemos caso y decidimos ir por el camino que sube al refugio y al final del embalse ya veremos como cruzamos. Imposible pasar, menudo caudal bajaba. Así que nos tuvimos que subir hasta el desvío de los Besiberris y desde allí bajar a trochamonte hasta el pie de vía. Menuda odisea. Casi 2 horas de marcha. ¡¡Hacer siempre caso de los que saben!!
La vía es de las mejores que he hecho. Cruza de manera muy inteligente las 2 paredes que forman parte del sector.
Las travesías y las placas no son difíciles ni expuestas, aunque los parabolt alejen un poco. Se dejan hacer con un poco de calma.
Las reuniones están montadas con espits y algún parabolt sin argolla. Hay una memorable al final del 2º largo, colgadita y con patio jeje. Además el largo que le sigue es para recordar toda la vida, 2 diedros con cacho para agarrar y verticales. Cómo me lo pase cuando subía, iba flipando.
La R4 se hace en un árbol y luego otro largo de transición horizontal para colocarte debajo del paso más chungo de la vía. Como la reunión es cómoda y está chapado, es mejor intentarlo que escaquearte por la derecha. Es un pasito y sale. Luego laaaargo de 50 metritos.
Los largos siguen sin problemas hasta el último paso desplomado antes de la R8. Hay que irse hacia la izquierda buscando la debilidad del desplome. No hay problema en identificarlo porque está equipado con chapas. Tiene buen canto y se supera rápido.
Ahora rápel por la vía Agujetas de Color de Rosa hasta una faja de hierba y de aquí travesía a derechas para ir bajando poco a poco.
Como el río estaba crecido, decidimos volver por la ribera derecha. Hay que echarle paciencia, porque no hay hitos y hay que atravesar pedreras, matojos y bosque. Incluso una ferrata encima del lago.