martes, 24 de enero de 2012

Vía Harakiri al Pico de la Miel.

    Vía: 4 largos, 3 de los cuales V+ y el último de IV+. Alrededor de 150 metros.
    Material: reuniones montadas con parabolts, así que con un juego de friends hasta el nº3 y un juego de fisureros será suficiente. Cuerdas dobles o simple, las 2 de 60 metros. Si es con simple usar expreses largas.

    El viernes pasado como Juanjo y yo librábamos en el curro, nos dimos un toque para hacernos una escaladita mañanera en La Cabrera.
    Que gusto estar sólo y tener todo el pico para nosotros solos.
    La vía comienza entre la Julito (izquierda) y la Rivas-Acuña (derecha), aunque más arriba discurrirá entre la Rivas-Acuña (izquierda) y la Casera Atómica (derecha).
    A nosotros nos pareció oportuno hacer el primer largo de la Casera Atómica porque nos pareció más bonito y evidente.
    Me pareció una vía cojonuda.

    Largo1 V+: primer largo compuesto de fisura y placa de adherencia. Se protege bien y las zonas de placa tiene parabolts.



    Largo 2 V+: para mí el más bonito de la vía. Saliendo en diagonal a izquierdas, hasta encontrar una reunión intermedia que no aparece en los croquis y que no pinta nada ahí porque el largo entero se hace del tirón. la parte intermedia es espectácular, con un muro vertical con lajas en las que te caben justo las falanges y que hay que apretar un poquito. Protegido con parabolts. La vía pasa por un estrechamiento del muro justo a la derecha de la canal de la Rivas-Acuña. La última parte es una fisura tumbada y totalmente limpia de material, pero fácil hasta la reunión.






    Largo 3 V+: la ruta continúa casi recto pero llendo un poco a izquierdas, por la izquierda de un muro muy vertical protegido con parabolts (7a). De repente aparece ante nosotros un sistema de fisuras muy bonitas y muy profundas que se protege muy bien con nuestro material. Se sigue recto hasta la reunión.



    Largo 4 IV+: este largo se lo pide Juanjo. Se continúa recto buscando las debilidades de los últimos metros del pico hasta aparecer unos metros a la izquierda de su cumbre, donde se monta reunión en cualquier bloque roto de la cumbre.






domingo, 15 de enero de 2012

Pico Veleta con esquís de montaña

    Ascensión express y en solitario a este 3000 de Sierra Nevada.
    Marché el viernes rumbo sur para apretarme una ascensión rápida y así probar que tal se comportan mis patas ante una subida con tanto desnivel y sin tregua.
    Al llegar a la Hoya de la Mora a eso de las 00:00 de la noche, la luna estaba espectacular, alumbrando todo el parque como si fuera un foco. Pero lo que me mostró era desolador. Poquísima nieve en todo lo que no fuesen las pistas, ya que estaban los cañones tirando nieve sin parar. La temperatura era de unos -4ºC.
    Ya metido en saco pensé en hacer la ascensión desde Pradollano, en parte porque no me apetecía portear los esquís y en parte porque le añadía unos jugosos 400 metros más de desnivel a la ruta. Decidido, prefiero más metros a pesar de subir por las pistas. No es una actividad muy alpina que digamos, rodeado de esquiadores y telesillas, pero mi objetivo era deportivo, entrenar para la temporada que empieza.
    Sin madrugar, para no pillar la nieve dura y ahorrarme las cuchillas, aparco en el parking subterráneo de la estación. No hay muchos coches, pese a ser las 9:30 de la mañana, ¿la crisis?.
    Me acerco al pie de pistas y un agente de seguridad me mira como si fuera un marciano, ¿será que han prohibido subir por las pistas? Pues está permitido, pero se ve que los montañeros no frecuentan muy a menudo los pies de la estación.
    Pongo las pieles a los esquís y marchamos hacia arriba. Todo el sol de cara, -4ºC, los cañones a tope tirando nieve, los cuales me ponen perdido cuando paso por debajo de ellos, pero me ayuda a refrescarme porque llevo una sudada del copón.
    Sin parar llego a Borreguiles, paradita para comer una barrita y un trago de agua. Me hago pis, pero ya descargaré en la cumbre. Seguimos por pistas rojas, obligándome a subir las alzas a las fijaciones. Hay que probar cuanto aguantan las pieles sin resbalar. Todo perfecto.
    La gente me mira como si llevase luces de neón. Pero no hay muchos esquiadores, un poco raro para ser Sierra Nevada y sábado.
    Última parada, telesilla del Veleta. Bebo agua, como una barrita y empezamos la última subida ya por fuera de las pistas. Sin vueltas maría, todo del tirón. Las pieles aguantas sin resbalar. ¿Será la altitud o es que ya voy un poco roto? Lo cierto es que cada 2 o 3 minutos tengo que parar a tomar aliento. Esta subida express machaca a cualquiera.
    Por fín llego a la cumbre 2 horas 30 minutos después de salir de Pradollano. 1300 metros de desnivel en línea recta y con muy buena nieve.
    Hace mucho frío, unos -5ºC o -6ºC y con algo de brisilla. El sol luce en lo alto. Recibo a algunos alpinistas que vienen de hacer el canuto norte del Veleta. Cuento por lo menos 4 cordadas. Me da la impresión que hay más alpinistas que esquiadores.
    La bajada se hace espectacular. Se agradece la nieve polvo de los cañones, porque disfruto como un enano de giros largos y conducidos. Igualito que la semana pasada en Pirineos, que era todo placas de hielo.
    Recojo todos los archiperres y rumbo para Madrid. Que siesta me echaría, ¡pero hay que conducir colega!
    Sólo hice fotos de la cumbre, porque en las pistas poco hay que fotografiar.
    Un saludo!